Durante la sesión de shiatsu, la persona participa en la identificación de su estado y sus necesidades. Motiva a investigar, a través del cuerpo, los bloqueos que dificultan vivir una vida plena y buena.

El contacto es respetuoso y se ajusta al ritmo que marca la persona. Se liberan tensiones físicas y emocionales, facilitando la relajación y la conciencia corporal y emocional. 

Actualmente, el Shiatsu es una de las terapias con más demanda. ​Se usa tanto como preventivo como para el tratamiento de numerosas dolencias (estrés, dolores de espalda, tortícolis, lumbalgias, ciática, dolores de cabeza, insomnio, ansiedad, apatía, problemas digestivos y circulatorios, post-parto, transtornos de la mentruación y de la menopausia, etc.). Se han obtenido excelentes resultados en la disminución del dolor en enfermedades crónicas que tienen un alto componente de malestar físico.

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La práctica continuada de esta terapia proporciona muchos beneficios. Una sesión de Shiatsu a la semana refuerza el sistema inmunológico, equilibra los sistemas nervioso autónomo, endocrino y circulatorio, mejora el rendimiento físico e intelectual, entre otros.​

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